Aunque hacer deporte, ya sea en el gimnasio o al aire libre, además de una dieta saludable son elementos clave a la hora de combatir el sobrepeso, hay otra manera sencilla y eficaz de mantenernos sanos y cuya importancia teníamos infravalorada. En concreto, hablamos de respetar nuestro ritmo circadiano a la hora de hacer las ingestas, ya que hacerlo a unas horas indebidas puede tener repercusiones en nuestro salud.

¿Qué es el ritmo circadiano? Pues dicho vocablo deriva del latín. Así, ‘circa’ significa ‘alrededor de’, mientras que ‘diano’ expresa ‘día’. No en vano, los seres humanos, como todos los seres vivos, nos seguimos rigiendo por la luz del sol y es este astro el que dirige nuestros ciclos vitales. Por ejemplo, no es lo mismo comer entre las 12:00h. y las 13:00h. que hacerlo a las 15:00h., ya que nuestro cuerpo a partir de esta última hora tiende a asimilar peor los alimentos.

Por tanto, tenemos tener en cuenta no solo lo que comemos, sino también a qué hora lo hacemos ya que este detalle puede convertirse en una herramienta clave para mantenernos en nuestro Índice de Masa Corporal (IMC) ideal.

Y sí, también las cenas tardías nos perjudican. De hecho, es aconsejable hacerlo antes de las 20:00h. Esto es porque a partir de ese momento el organismo presenta más dificultades para metabolizar los alimentos..

Tal es la importancia de los ritmos circadianos que, según Paolo Sassone-Corsi, director del Centro de Epigenética y Metabolismo de la Universidad de California (EE.UU.), los horarios de comida inadecuados estresan a los órganos responsables de la digestión ya que los obliga a trabajar cuando deberían reposar. Estos malos hábitos no solo hacen mella en el peso, sino también en nuestra salud ya que pueden determinar el desarrollo de diversas enfermedades.

En definitiva, ciertos estudios sugieren que quienes son más tempraneros en sus comidas presentan un ritmo metabólico más rápido que el resto y ello nos obliga a prestar más atención a nuestros horarios. Parece más que demostrado que nuestros esfuerzos por estar sanos y mantenernos en un peso saludable podrían caer en saco roto si desoímos a nuestro ritmo circadiano.

Recomendaciones de nuestra nutricionista, Berta Pinto

Parece que, con el concepto de crononutrición, la ciencia podría avalar el antiguo dicho popular de “desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo” por ello, te hago una serie de recomendaciones que pueden ayudarte a mejorar tus relojes biológicos y así tu bienestar general.
Realiza los desayunos lo mas completo posible. Lo ideal sería ingerir alimentos proteicos (lácteos, huevos…) junto a algún tipo de grasa saludable (como el aceite de oliva virgen o el aguacate) y acompañado de un alimento rico en azúcares de absorción lenta (avena, pan integral…).

Los horarios de las comidas principales deberían ser siempre los mismos, además, intenta almorzar como muy tarde a las 14:00 y cenar al menos 2 h antes de dormir.
Dedica el tiempo necesario a comer, con el fin de masticar y digerir mejor los alimentos.


En las comidas, introduce los 3 grupos de alimentos principales: proteínas (pescado, legumbres, carne), verduras (cocinadas o en ensaladas) e hidratos de carbono (preferiblemente en su versión integral).

Para cenar, prioriza en proteínas de fácil digestión (como el pescado o el huevo) y en verduras cocinadas. Si quisieras acompañarlo de algún hidrato, siempre integral y en proporciones pequeñas.

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